IMPRESIONISMO A FINALES DEL SIGLO XIX


El Impresionismo parte del análisis de la realidad. Hasta ahora la pintura reproducía un escenario en el que ocurría un acontecimiento que conformaba el mensaje para el espectador. Ahora, se quiere que la obra reproduzca la percepción visual del autor en un momento determinado, la luz y el color real que emana de la naturaleza en el instante en el que el artista lo contempla.




A pesar de su individualismo, presentan unos rasgos comunes:


  • Les gustaban los colores claros, luminosos y brillantes. Utilizaban  pinceladas de colores puros, sin mezcla, aplicaban colores primarios o secundarios directamente sobre el lienzo y era el ojo del espectador el que recomponía los colores.
  • Intentaban captar la impresión momentánea de las cosas, la apariencia, por eso debían trabajar deprisa. 
  • Coloración de las sombras: Evitaban las sombras negras y se reducían a espacios coloreados con tonalidades complementarias —luces amarillas, sombras violetas—. El claroscuro quedó eliminado.
  • Pincelada suelta, rápida, y nerviosa 
  • Los temas preferidos eran banales, secundarios, sin importancia: escenas urbanas, de interior de cafés, bulevares de Paris, regatas, carreras de caballos y bailarinas, que muestran su gusto por el movimiento. 
  • Preferentemente paisajes pintados al aire libre en los que plasmaron las variaciones de la atmósfera en condiciones variables con sol, lluvia, niebla etc y el reflejo de la luz sobre el agua en sus cuadros de marinas, ríos, estanques.
  • Sus cuadros no tenían carga política ni social, los impresionistas eran artistas bohemios 



Los más importantes representantes del Impresionismo fueron:


  • Claude Monet (1840-1926) fue el fundador y principal pintor impresionista. Dio su nombre involuntariamente al movimiento con su obra Impression: Soleil levant. Pintó paisajes tanto urbanos como rurales, interesado en el estudio del movimiento de las aguas (Un puente en Argenteuil) Son célebres sus series sobre un mismo tema visto en distintas situaciones atmosféricas como las de la catedral de Ruán, La estación de Saint Lazare y Las Ninfeas.
  • Auguste Renoir (1841-1919) fue el más popular. En su juventud decoraba porcelanas en Limoges con temas amables. Sus lienzos de niños y escenas parisinas (El palco, El baile del Moulin de la Galette) irradian alegría. Posteriormente realizó nacarados y sensuales desnudos con influencia de Rubens (Las bañistas)
  • Edgar Degas (1834-1917) prefería las escenas de interiores con figuras en movimiento y encuadres novedosos, inspirados en la fotografía. Se preocupaba mucho por el dibujo, además del color, y por los estudios de luz artificial. Son muy conocidas sus series de bailarinas y de carreras de caballos (La clase de danza, La planchadora, Los sombreros).
  • Camille Pissarro (1830-1903) de mayor edad, fue una figura de referencia para estos jóvenes pintores. Pintó serenos paisajes urbanos y de campo (Los techos rojos, Mujer en el huerto). 
  • También fue un excelente paisajista Alfred Sisley (1839-1899), el pintor que mejor sigue los principios del grupo y autor de lienzos poéticos y exquisitos como Inundación en Pont Marly, y Berthe Morisot (1841-1895) que pintó temas infantiles (La cuna)

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